Consejos para limpiar la tarima flotante

Sí, las tarimas flotantes quedan estupendamente en el hogar. Sí, tomar la decisión de poner una en casa es, posiblemente, de lo mejor que hayas hecho nunca. Pero… ¡Sí! Requieren un cuidado y mantenimiento algo más especial.

Mantenimiento de la tarima flotante

Estos consejos son aplicables para cualquier tarima, especialmente de suelo laminado. Ponerlo en práctica hará que el suelo de tu casa se mantenga prácticamente como el primer día.

• La tarima flotante es un producto que se puede limpiar con facilidad y prácticamente no requiere de un mantenimiento diario, aunque sí constante.
• Es recomendable colocar un felpudo en la zona de la entrada. Esto evitará que la suciedad del exterior se introduzca en el hogar, provocando un desgaste excesivo del suelo laminado.
• Es muy recomendable colocar almohadillas de fieltro (o similar) en la base de los muebles para que, cuando se muevan, no se produzcan arañazos en el suelo.
• Evita el agua estancada u otros líquidos (especial atención con macetas, floreros y otros objetivos que utilicen agua)
• Realiza una limpieza frecuente empleando mopa, aspiradora o escoba suave.
• En los casos en los que la limpieza sea más intensa y se requiera el uso de agua, emplea un trapo o fregona húmeda, muy bien escurrido y con agua tibia. No uses productos muy agresivos, ni limpiadores que contengan aceites o ceras, ya que crearán una superficialidad difícil de eliminar.

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¡De acuerdo! Y… ¿Qué hago para no dejar manchas?

¡La mopa será tu mejor aliada! En el caso de que no cuentes con ella, puedes usar un recogedor que sea muy suave.

• Moja la mopa con agua tibia y detergente Dilux, intenta que haga espuma.
• Friega siguiendo la misma dirección en láminas.
• Haz presión en la tarima para que no queden manchas.
• Una vez acabado este proceso, espera tres minutos y vuelve a darle una última capa de fregado. En esta ocasión, con agua sin detergente y un poco de alcohol o vinagre blanco.

Tips para que mi tarima flotante brille

La guindilla del pastel será que, además de limpia, tu tarima flotante consiga el brillo que siempre le había caracterizado. Para ello:

• Llena un cubo con agua caliente y añade una taza de vinagre y un poco de lavavajillas.
• Pasa la fregona en la misma dirección que las láminas.
• Una vez el suelo esté seco… ¡Ni el Sol brillará tanto!

Tarima flotante, todo ventajas

Como has podido comprobar, además de una estética inigualable, las tarimas flotantes son fáciles de limpiar y mantener si sabes cómo hacerlo.

¿Aún no te has decidido por qué tarima elegir? Quizás pueda interesarte nuestro artículo Consejos para elegir tarima flotante.

¡Anímate y dale una nueva vida a tu hogar! 😉