Tarima exterior: ¿De madera o sintética?

Las tarimas de exterior cada vez están más de moda, siendo las principales protagonistas de patios, jardines y terrazas.

Y es que la madera es un material que nos aporta calidez desde el primer momento, siendo muy elegante al mismo tiempo y, además, puede ser la sustituta perfecta del césped, lo que nos permitirá ahorrar tanto en agua como en mantenimiento.

Sin embargo, la instalación puede ser algo más costosa que otros tipos de suelos. Por esta razón, tenemos la posibilidad de contratar una réplica, es decir, una tarima de exterior que en apariencia parece madera, pero que no lo es realmente.

Tarimas exteriores de madera o tarimas exteriores sintéticas: ¿Qué nos conviene más?

Para ayudarte a escoger tu tarima ideal, vamos a detallarte algunas características de ambas.

Tarimas de exterior de madera

Por un lado tenemos las tarimas de madera 100 % natural. La gran mayoría de las que encontramos ahora mismo en el mercado proceden directamente de maderas tropicales con una gran resistencia a los agentes externos, como a la humedad. Suelen ser de teca o de ipe, aunque también podemos encontrar algunas maderas como el pino, el cedro, etc.

Si vas apostar por madera 100 % natural, nuestra recomendación es que compres tan solo aquella que haya sido certificada por un Consejo de Administración Forestal FSC. Esto nos garantiza que la madera ha sido extraída siguiendo un proceso sostenible con el bosque, es decir, que no se ha talado de manera ilegal.

Tarimas de exterior sintéticas

Por otra parte, tenemos la opción de decantarnos por la tarima exterior sintética. Estas suelen tener una base de plástico y la característica de aguantar tanto la humedad como las manchas y la decoloración (la que se puede producir con la acción directa de los rayos del sol sobre el material durante mucho tiempo). Además, no se deforman, no se rompen ni se pueden formar astillas en su estructura. Tampoco se pueden pudrir.

Según los expertos, tienen una duración aproximada de 10 años o más.

En un primer momento, pueden parecer mucho más interesantes las tarimas sintéticas, ya que su resistencia al paso del tiempo la convierten en una opción con una buena relación calidad-precio (aunque tengamos que hacer una cierta inversión en un primer momento, sabemos que va a merecer la pena).

Sin embargo, como inconveniente, los plásticos y diferentes compuestos que les dan forma tienen un problema básico: si hace mucho calor, la acción directa de los rayos del sol no va a decolorar las láminas, pero sí que la van a calentar a una temperatura muy elevada, haciendo que sea prácticamente imposible que andemos descalzos sobre ellas.

Es importante considerar que, cuanto más oscuro sea el material de la tarima de exterior, más calor será capaz de almacenar. De esta manera, la madera natural gana esta batalla.

Los modelos sintéticos tienen una ventaja muy interesante y es que están disponibles en una gran variedad de colores en comparación con la madera natural. Además, la instalación de estos primeros es mucho más económica.

¿Dónde se pueden instalar las tarimas exteriores de madera o sintéticas?

Aunque lo habitual es instalarlas en el jardín o la terraza de casa, no es ni mucho menos el único sitio donde se pueden instalar estas tarimas. Algunos otros lugares donde se les puede sacar mucho partido y darles mucho uso es en restaurantes, bares, piscinas públicas y otros lugares donde haya zonas al aire libre.

Esperamos haber sido de ayuda para que este verano elijas la tarima exterior perfecta para ti. Recuerda que si no sabes cuál va mejor con tu hogar, en Madegar podemos ayudarte y asesorarte.