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El poder de la madera

Jose Ordoñez Becerra6 febrero, 2015

Ahora más que nunca, necesitamos distinguir lo bueno de lo que no lo es. Ante la presión que nos dice que cualquier novedad que compremos estará obsoleta a los cinco minutos, los consumidores estamos  volviendo  a  apreciar  los  elementos  que  siempre  han  existido  y  que  nunca  pasarán  de  moda.  Algo  que  podamos  conservar,  disfrutar  y  que  sea  invariable  en  el  tiempo.  Uno  de  estos materiales eternos y quizás de los materiales más poderosos, es la madera. Por mucho que hayan querido  sustituirla,  y  por  muchos  cambios  para  su  mejora,  la  esencia  de  la  madera  sigue  proporcionando  al  consumidor  una  sensación  de  calidad,  duración  y  fiabilidad  que  para  sí quisieran mucho de los materiales nuevos que existen hoy en día en el mercado.

Un producto hecho de madera, sin embargo, no obtiene esa reputación de la noche a la mañana. Modas como la de las gafas de madera, o los útiles del escritorio de madera lo atestiguan. Existe una conexión innata entre nosotros y los productos hechos de madera, ya sean joyeros o armarios y  estanterías.  Pasamos  muchas  más  horas  de  las  que  creemos  observando  estos  elementos  en  nuestras  casas.  Ya  sea  tocando  con  los  pies  descalzos  la  superficie  de  nuestro  parque  o comprobando la robustez de las puertas de entrada al volver a nuestras casas. Al fin y al cabo, un mueble hecho de madera es una garantía de duración en el tiempo. Algo que verás envejecer con solera, algo que te puede acompañar toda la vida.

A lo largo de la historia son muchas las civilizaciones que han adoptado un árbol como símbolo. Árboles como el roble siempre han sido sinónimo de fortaleza y resistencia. A veces, incluso se han convertido en enseñas nacionales como es el caso del espino de Glanstobury para los ingleses o para  los  mexicanos  el  Ahuehuete  de  Oaxaca.  Al  visitar  cualquier  museo  o  palacio  con  cierta  historia, podemos observar las diferentes decoraciones en los muebles, las diferentes modas, las diferentes maderas que han sido utilizadas a lo largo de los siglos. Y es que el mundo de la madera es infinito y lleno de matices. Sus significados y simbología nos llevarían años.

Y  del  mismo  modo  que  en  el  pasado  se  descubrieron  continentes,  también  los  artesanos  de  la  madera  descubrieron  nuevos  materiales  para  mejorar  sus  obras.  De  África  vino  la  caoba  con  su ductilidad  y  su  resistencia  a  los  parásitos,  de  Asia  la  posibilidad  de  trabajar  el  bambú,  y  más  recientemente, gracias a la tecnología y las comunicaciones, tenemos la posibilidad de conocer y disfrutar  de  maderas  como  el  oceánico  merbau  o  la  jatoba  centroamericana.  Aunque  siempre  habrá  personas  que  encuentren  estas  novedades  demasiado  exóticas,  y  prefiera  disfrutar  de  lo bueno de siempre; el pino, el arce, el cerezo o el nogal. Un mundo de confort y calidad que se abre ante nuestros ojos.